A partir de hoy comenzaremos una nueva sección, la cual estará dedicada a todos aquellos pintores que con su genialidad y destreza lograron convertirse en referencia mundial en una de las expresiones artísticas más antiguas y no en vano es una de las siete Bellas Artes. De este modo, tanto en la presente entrada como en las futuras estaremos rindiendo homenaje a hombres y mujeres de la antigüedad, la contemporaneidad o modernidad, que sin importar el paso del tiempo se mantendrán como las más altas referencias en el arte. No es sencillo condensar en una lista por más amplia que pueda ser, la totalidad de los mejores pintores de la historia, habrá que considerar además el factor de la objetividad, que aunque intentaremos presentar un lista justa siempre habrá cabida a la diversidad de opiniones y es posible que incluyamos o dejemos de incluir a algún artista, considerando además que la presente sólo incluye a los pintores de lo que conocemos como mundo occidental y evidentemente quedarán fuera de ésta los artistas que pertenecen al mundo asiático y árabe, no porque no existan, pues estamos seguros que en esas culturas existen maravillosos exponentes del arte, pero por respeto a lo que nos resulta desconocido optaremos por ceñirnos estrictamente a la historia de la pintura occidental.
El objetivo no será realizar ni critica, ni análisis sobre la obra de ninguno de los artistas que protagonizarán esta sesión pues no somos expertos, ni críticos en arte, solo disfrutamos el arte y la admiramos y así lo haremos con quienes la crean. Serán 100 artistas los que compondrán nuestra lista de los pintores más importantes de la historia, cada semana haremos una entrega y en esta oportunidad hemos escogido al puro azar y no por ninguna otra razón de preferencia al español Salvador Dalí. Sin más preámbulos comencemos.
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, o simplemente Salvador Dalí, nació en Figueras - España, el 11 de mayo de 1904 y falleció en Ibídem España, el 23 de enero de1989), detentó además el título de marqués de Dalí de Púbol, fue pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del siglo XX. Conocido por sus impactantes y oníricas imágenes surrealistas, sus habilidades pictóricas se suelen atribuir a la influencia y admiración por el arte renacentista. Los recursos plásticos dalinianos abordaron el dibujo, el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales. Tuvo la capacidad de acrisolar un estilo genuinamente personal y palpable al primer contacto, que en realidad era muy ecléctico y que «succionó» de innovaciones ajenas. Una de sus pinturas más célebres es La persistencia de la memoria, realizada en 1931.
La persistencia de la memoria, realizada en 1931. |
Dali, 1972. |
El celebre pintor español manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objeto era atraer la atención pública. Esta conducta irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, que rechazaban sus conductas excéntricas como un reclamo publicitario ocasionalmente más llamativo que su producción artística. Dalí atribuía su «amor por todo lo que es dorado y resulta excesivo, su pasión por el lujo y su amor por la moda oriental» a un autoproclamado «linaje arábigo», que remontaba sus raíces a los tiempos de la dominación árabe de la península ibérica.
Dalí siempre fue un hombre irreverente y nunca intentó disimularlo durante su trayectoria profesional, ni en su vida personal, acertada o erradamente siempre se atrevió a hacer y decir lo que quizá para muchos era políticamente o socialmente incorrecto. Así cuando André Breton lo expulsó del movimiento surrealista por sus ideales fascistas, respondió: “¡No podéis expulsarme porque yo soy el surrealismo!” . Aunque la frase suene presuntuosa (lo que nunca fue inusual en Dalí), lo cierto es que las pinturas de Dalí son hoy en día las imágenes más famosas de todo el surrealismo.
Estas son algunas otras frases típicas por la peculiar personalidad de Dalí:
«...que no conozca el significado de mi arte, no significa que no lo tenga...»
«La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco»
Dali como antes hemos dicho no solo fue pintor, sino que fue artista integral y como tal, incursionó en múltiples facetas del arte, especialmente en su madurez, el artista también se implicó con otras actividades «extra-artísticas» que daban una medida de su enorme popularidad como personaje público. En 1968 Dalí grabó un anuncio televisivo para la marca de chocolate Lanvin, y en 1969 diseñó el logo de Chupa Chups. Ese mismo año trabajó como responsable creativo de la campaña publicitaria de Eurovisión, y creó una gran escultura metálica que se instaló en el escenario del Teatro Real de Madrid. En el programa Dirty Dali: A Private View (en español Dalí el sucio: Una visión íntima), emitido por el Channel 4 en 2007, el crítico Brian Sewell describía cómo a finales de los 60 fue requerido por el artista a posar sin pantalones en posición fetal bajo la axila de una figura de Jesucristo, mientras Dalí le fotografiaba y fingía hurgarse bajo el pantalón.
En 1980 la salud de Dalí se deterioró seriamente. Con su mujer, Gala —que ya manifestaba síntomas de senilidad—, supuestamente consumió un cóctel de fármacos que dañó seriamente su sistema nervioso, con la consecuencia de incapacitarle prácticamente para la creación artística. Con 76 años, el estado de Dalí era lamentable, y su mano sufría constantes temblores que evidenciaban el progreso de la enfermedad de Parkinson.
En 1982 el rey Juan Carlos I concedió a Dalí el título de marqués de Púbol, que el artista agradeció con un dibujo, titulado Cabeza de Europa, que a la postre resultó ser su último dibujo, y que le entregó tras la visita real a su lecho de muerte.
Gala murió el 10 de junio de 1982. Tras su muerte, Dalí perdió su entusiasmo por vivir, deliberadamente, se deshidrató seriamente supuestamente como consecuencia de un intento de suicidio, aunque justificó su acción como un método de entrar en un estado de animación suspendida, del mismo modo en que algunas bacterias pueden hacer. Se mudó de Figueras al castillo de Púbol, que había comprado para Gala, y donde ella había fallecido. En 1984 un incendio de causas desconocidas se declaró en su dormitorio. De nuevo se sospechó de un intento de suicidio, aunque quizás se debiese a negligencia del personal doméstico. De todos modos, Dalí fue rescatado y regresó a su domicilio en Figueras, donde un grupo de artistas, mecenas y colegas artistas se encargaron de su bienestar hasta sus últimos años.
Se ha denunciado que Dalí fue obligado por algunos de sus «cuidadores» a firmar lienzos en blanco que serían vendidos tras su muerte como originales. Estos rumores hicieron que el mercado del arte se mostrase escéptico con las obras atribuidas a Dalí durante su última época.
En noviembre de 1988 Dalí fue ingresado a raíz de un serio fallo cardíaco, y el 5 de diciembre de 1988 fue visitado por el rey Juan Carlos I, quien le confesó que siempre había sido un fiel admirador de su obra.
El 23 de enero de 1989, oyendo su disco favorito —Tristán e Isolda, de Richard Wagner— murió a causa de una parada cardiorrespiratoria en Figueras, con 84 años de edad.
@garzonguillermo
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